El fundador del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), George Habash, murió el 25 de enero en la capital de Jordania a los 80 años de edad, informó la cadena de televisión Al Yazira.
Habash creó el FPLP en 1968, años después de verse obligado a exiliarse de la Palestina histórica después de 1948 con motivo de la creación del Estado de Israel.
Decenas de seguidores de Habash abarrotaron las inmediaciones del hospital de la capital de Jordania, un país con una importante colonia de refugiados palestinos, para unirse en el duelo a la mujer del líder, Hilda, y a sus dos hijas.
"Todos llevaremos la bandera de Habash y la nación árabe a la que aspiraba con cariño. Habash siempre creyó que Palestina sería liberada", afirmó Hilda. Habash, ha indicado su esposa, había sido hospitalizado hace cinco días, pero hasta sus últimas horas de vida había estado siguiendo los últimos acontecimientos de los Territorios Palestinos y se vio profundamente conmovido por las penurias que viven los palestinos de la Franja de Gaza debido al bloqueo israelí. "Vivía para su pueblo y murió por su pueblo", dijo.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, declaró tres días de luto nada más conocerse su muerte. Nabil Abu Rdainah, un dirigente del Movimiento Al Fatah, el partido de Abbas, no ha dudado en calificarle de "líder histórico".
Figura del Movimiento Nacionalista Árabe
Habash procedía de una adinerada familia cristiana palestina y comenzó a ser conocido como figura del Movimiento Nacionalista Árabe, en 1952. Después se dedicó por completo al FPLP, un grupo izquierdista que apoya la lucha armada contra la ocupación y aspira a la proclamación de un Estado palestino.
La organización saltó a la fama a finales de la década de 1960 y principios de la de 1970 con varios sonados secuestros aéreos. En su acción más importante, los milicianos del FPLP secuestraron con precisión militar cuatro aviones occidentales con más de 500 personas a bordo en septiembre de 1970 como represalia por el apoyo de las potencias occidentales a Israel. La acción se saldó con la liberación de un importante número de presos y el rey de Jordania fue ridiculizado.
Tres de los aparatos fueron volados en un "aeropuerto revolucionario" cerca de Zarqa, en Jordania, mientras que el cuarto, un jumbo de la Pan Am estadounidense fue destruido en El Cairo. Ningún pasajero resultó herido.