Con orgullo y sin complejos

En la década de los años 70, la guerra fría y el sensacionalismo de los medios de comunicación, convirtieron a Ilich Ramírez Sánchez en el "enemigo publico número uno", en un "terrorista sanguinario" y en un supuesto agente de la KGB.Más conocido como "Carlos", y mal apodado "El Chacal", Ilich Ramírez es un comunista venezolano, internacionalista convencido de la causa socialista.En 1994, fue secuestrado ilegalmente por los Servicios secretos franceses en Sudan. Pero ésta, es una historia que él mismo cuenta en la presente edición.Para conocimiento de las nuevas generaciones o para quienes nunca se han preocupado por investigar sobre el tema, es bueno hacerles saber, que el apodo de "El Chacal" nació en realidad a través de un reportero del diario The Guardian.En 1975, ya Carlos se había dado a conocer por sus enfrentamientos con policías franceses y en esos mismos días, el periódico británico, recibió información sobre un almacenamiento ilegal de armas situado en un apartamento en la zona de Bayswater, en Londres, ciudad en la que estuvo viviendo Ilich Ramírez.Allí, oculto en un agujero, el reportero encontró un libro de Frederick Forsyth titulado "El día del Chacal".

La asociación fue inevitable. Había nacido "Carlos, el Chacal".Pero el mismo Forsyth, quiso marcar las distancias entre ambos: "Mi libro fue escrito entre enero y febrero de 1970 y Carlos se dio a conocer en 1975"."Su" Chacal, el del libro "El día del Chacal" muere de un disparo durante un intento de asesinato al general Charles de Gaulle.Sin embargo este alias novelero, lo colocó erradamente ante la opinión pública, como un hombre despiadado, sediento de sangre. A esto, se sumó la producción cinematográfica "EL Chacal", al más puro estilo Hollywood y protagonizada por Bruce Willis, donde el público quedó aún, más confundido y desinformado.

Pero sin lugar a dudas, lo que marcó la estigmatización de Ilich Ramírez Sánchez, fue la información, sesgada y manipulada que sus enemigos -nuestros enemigos- el imperio norteamericano y el sionista, han hecho difundir o han tergiversado porque necesitaban de un malo, de un chivo expiatorio, que pagara por los crímenes que ellos mismos provocaban. Los medios siempre estuvieron al servicio de los poderosos y las grandes infraestructuras de telecomunicaciones sólo estaban reservadas hace 20 o 30 años, para las agencias gubernamentales.

Hoy sabemos, que los vaqueros del lejano oeste, no eran las pobres víctimas de los indios caza cabelleras; que Hitler no fue el anticristo, ni que exterminando a los vietnamitas el mundo se salvaba; y más recientemente, que no existían armas de destrucción masiva en Irak, y hasta estamos aprendiendo, que las torres gemelas de Nueva York fueron un auto atentado de la administración Bush.

Hoy el "malo de la película", se llama Ben Laden, pero éste, al contrario de "Carlos", trabaja para el imperio, no lo combate.En este momento de la humanidad, en el cual, no sólo en Venezuela, sino en Latinoamérica y en el mundo en general, se está revisando, re-escribiendo la historia, debemos asumir la responsabilidad revolucionaria de rescatar al camarada Carlos de su encarcelamiento ilegal en Francia. Tenemos que poner en marcha toda la maquinaria posible para que regrese a Venezuela. Esto como primera medida.Luego en nuestro país ya se estudiarán sus nuevas condiciones de vida.

Una sola persona, el Presidente Chávez -quién mas- manifestó públicamente su solidaridad -al principio de su mandato- enviándole una carta a Ilich Ramírez.Chávez en esos momentos no tenía la fuerza internacional y la experiencia que tiene ahora, y sus equipos de asesores tampoco supieron o no quisieron apoyarlo, como debieron hacerlo.Pero también "evadieron el bulto" muchos medios de comunicación nacionales, que nunca se atrevieron a publicar ni la mitad de lo que hoy publicamos nosotros.

Se acobardaron por ese estúpido complejo del "qué dirán", del miedo a perder anunciantes... del bozal de arepa que no pueden quitarse aunque se vistan de rojo...Les da pavor "apoyar a un terrorista" cuando en realidad, aún no tienen ni idea cuál es el verdadero terrorismo y tampoco se han tomado la mínima molestia de investigar sobre la verdad, que existe detrás de Carlos.En la calle, el pueblo sabio, sí conoce sobre el camarada. Lo hemos estado comprobando.

El Partido Comunista y en especial la fracción de la JCV, están haciendo una labor de difusión desde su página en Internet. A ellos y a Jerónimo Carrera, les debemos los primeros contactos que nos permitieron llegar hasta ésta edición especial.

Nosotros ahora, como medio de comunicación, enarbolamos la bandera de la repatriación del compatriota, del camarada, del luchador, Ilich Ramírez Sánchez.

Estamos orgullosos de hacerlo, de haber establecido este contacto directo con él, con su familia y abogados.

No tenemos miedo a los ataques.

No tenemos complejos.

Somos revolucionarios.

Somos rojos por dentro.

Martha González

Directora ICR

http://icr2021.blogspot.com