lunes, 25 de enero de 2010

domingo, 17 de enero de 2010

Ilich Ramírez contribuyó a la seguridad de Juegos Olímpicos de Sarajevo

(Noticia publicada hoy en toda la prensa internacional):

Ilich Ramírez Sánchez, conocido como Carlos o el Chacal, quien cumple cadena perpetua en Francia, contribuyó de forma crucial a la seguridad de los Juegos Olímpicos de Invierno en Sarajevo en 1984, en la antigua Yugoslavia, según la prensa bosnia.
Así lo aseguró en declaraciones al semanario bosnio "Slobodna Bosna" Bozidar Boza Spasic, agente de los servicios de seguridad de la ex Yugoslavia, Estado de que Bosnia formaba entonces parte junto con Eslovenia, Croacia, Serbia, Montenegro y Macedonia, y que se descompuso en la década pasada.Spasic dijo que esos servicios de seguridad tuvieron que "pedirle" al venezolano apodado Carlos "determinadas informaciones" para prevenir el fracaso de los juegos de Sarajevo."Sinceramente, teníamos informaciones operativas sobre serias amenazas de la emigración 'ustachi' (pro nazi croatas de la Segunda Guerra Mundial y sus seguidores) para cometer un acto terrorista durante los juegos", indicó el ex agente.
Spasic declaró que Carlos desplegó a "su gente" en los sitios señalados por los servicios secretos yugoslavos, y calificó de "preciosa" la ayuda de ese hombre, cuando era uno de los fugitivos más buscados del mundo y que ahora cumple una pena de cadena perpetua en una cárcel de París por varios asesinatos y atentados."Carlos nos garantizó que los terroristas internacionales no actuarían y que nuestra emigración no podría hacer nada si él lo controlaba todo", según Spasic."Es decir, él garantizó la parte de la seguridad relacionada con grupos terroristas internacionales peligrosos para que no actuaran en territorio de Sarajevo, de Bosnia o del país entero", explicó, tras agregar que después de los juegos, Carlos ya no volvió a Yugoslavia y que fueron eludidos los contactos con él.
Los contactos de los servicios secretos yugoslavos habían comenzado en 1976, cuando Carlos fue arrestado en Belgrado durante una estancia de tránsito.El semanario bosnio afirma que después de ese año Carlos estuvo varias veces en Belgrado y que Yugoslavia apoyaba entonces a Yaser Arafat y su Organización de Liberación de Palestina (OLP), de la que Carlos fue miembro.

jueves, 14 de enero de 2010

El tribunal de Nanterre deberá decidir si se prohibe la película sobre el Comandante Ilich Ramírez

El tribunal de Nanterre (noroeste de París) al que el venezolano Ilich Ramírez Sánchez, conocido como “Carlos” o “El Chacal”, le pidió que prohíba la difusión en una canal de televisión francés de una película sobre su vida, aplazó la fecha en que anunciará su decisión.

Inicialmente, ese tribunal debía dar a conocer su decisión este miércoles, pero anunció que lo hará el 4 de febrero para que el detenido, que cumple en Francia una condena a cadena perpetua, pueda ver la película que habla sobre su vida, y que difundirá el canal privado de televisión Canal+.

La abogada de “El Chacal”, que es también su esposa, Isabelle Coutant Peyre, dijo que solicitó al tribunal que “ordene a la empresa Film en Stock”, productora de la película, que “transmita la copia master” de la obra “en cuanto esté lista”.

“También hemos pedido un plazo para poder proponer o solicitar precisiones o rectificaciones”, indicó la letrada.

La película, en tres partes de 90 minutos cada una, fue realizada por el cineasta francés Olivier Assayas.

A principios de enero, cuando el detenido pidió a la justicia francesa que prohibiera la difusión de la película, el abogado de la productora, Richard Malka, opinó que “Carlos quiere tener tijeras y hacer los cortes que le interesan para hacer una película en su gloria”.

Ilich Ramírez Sánchez, de 60 años, fue detenido en 1994 en Jartúm (Sudán) por la policía francesa y los servicios de inteligencia. En 1997 fue condenado a cadena perpetua por el asesinato en 1975 de dos policías y de un informante en París.

Convertido en una leyenda en los años 70 y 80, este venezolano, nacido en Caracas en 1949, fue miembro del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP-Georges Habache) y participó en actos contra intereses israelíes.

A finales de 2010 o principios de 2011, debe celebrarse un nuevo juicio por su presunta implicación en atentados perpetrados en Francia en 1982 y 1983.

jueves, 7 de enero de 2010

Ilich Ramirez CARLOS demanada a la productora responsable de la última pelicula sobre su vida

Desde hace un año venimos vigilando todas las noticias sobre el rodaje dela nueva pelicula (una trilogia en realidad)sobre el Comandante Ilich Ramirez. El mismo Ilich nos ha comentado varias veces que la productora se habia puesto en contacto con él pero no le habían permitido ver el guion final. Hoy toda la prensa internacional se hace eco de la noticia de que el Comandante, obligado por la falta de colaboración de la productora, ha presentado una querella contra la misma:

La petición de "Carlos", que cumple en la prisión francesa de Poissy, a las afueras de París, una condena a cadena perpetua desde 1996, será examinada el próximo día 13 por el Tribunal de Nanterre, cerca de la capital francesa.

Dirigido por Olivier Assayas, con guión de Dan Franck, el filme, titulado "Carlos, le prix du Chacal", está dividido en tres capítulos de noventa minutos en los que se repasan algunos de los espectaculares atentados que se atribuyen al terrorista internacional.

Los productores preparan también una versión para salas de cine que ya han vendido en Estados Unidos y Alemania, además de en Francia.

La abogada de "Carlos", Isabelle Coutant-Peyre, aseguró que la demanda fue presentada porque su cliente, con el que está casada, no fue consultado sobre la película, ni se le pidió permiso para utilizar su imagen.

"Cuando se pretende hacer una biografía histórica de alguien que está vivo lo lógico es verificar con la persona si hay errores", afirmó la letrada.

El terrorista, que se ganó el apelativo de "El Chacal" por sus acciones violentas durante la década de los 70 y 80, considera que la película le presenta como autor de atentados por los que todavía no ha sido juzgado, lo que supone, según su abogada, "un ataque a la presunción de inocencia".

"A finales de 1982 se cuentan 30 muertos y 178 heridos en los 21 atentados que perpetró", indica la promoción de la película, lo que, según la letrada, incluye hechos que aún están siendo juzgados.

"La difusión de esta película comercial, sin control previo" de su cliente "atenta gravemente contra la moral" de "Carlos", indica el texto de la demanda.

También denuncia que la película contiene otros errores, como que el secuestro de varios ministros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) en Viena en diciembre de 1975 se hizo por encargo del ex presidente iraquí Sadam Hussein.

Según Coutant-Peyre, el propio Carlos ha confesado que lo hizo a petición del líder libio Muamar el Gadafi, que quería contrarrestar la política de bajada de precios del petróleo impulsada en el seno de la OPEP por Arabia Saudí.

"No creo que sea un error casual, lo han hecho voluntariamente porque hay un trasfondo político. Sadam está muerto y Gadafi vivo", dijo la abogada.

Además, el filme asegura que "Carlos" llevaba una vida de "alcohol y sexo" en Jartum en los días previos a su arresto por agentes de espionaje franceses en 1994, lo cual es "difamatorio", según Coutant-Peyre.

"El objetivo del filme es manipular a la opinión pública, machacar a Ilich Ramírez. Dicen que es una ficción, pero en realidad es una farsa. Lo presentan como un documental con actores, pero no tienen ningún interés en contar la verdad", aseguró la abogada.

La productora de la cinta, por su parte, dice que todavía no se ha terminado el montaje y rechaza entregárselo a "Carlos" en virtud de la libertad de expresión, ya que no quieren una obra hecha "a la gloria" del terrorista.

El canal, por su parte, asegura que no suele pedir permiso para la difusión de obras o documentales.

"Por principio, nuestra cadena se opone firmemente a toda injerencia exterior en el proceso de creación de una obra de ficción, incluido cuando está inspirada en hechos reales", señaló Canal+. EFE

martes, 5 de enero de 2010

وديع حداد أسطورة خطف الطائرات

وديع حداد أسطورة خطف الطائرات- االجبهة الشعبية لتحرير فلسطين- كتائب ابو علي مصطفى

lunes, 4 de enero de 2010

El Comandante Ilich Ramirez CARLOS no se arrepiente de su lucha revolucionaria

Entrevista concedida al diario español El Pais ayer

Su padre, abogado burgués y comunista, lo llamó Ilich Ramírez Sánchez cuando nació en Venezuela hace 59 años. Su madre, católica y conservadora, prefirió bautizarle como Carlos. La policía, inspirándose en una novela de la época, le apodó El Chacal. Así pasó a la historia: Carlos El Chacal. En los años setenta se convirtió en el hombre más buscado del mundo, con más de 52 nombres diferentes repartidos en más de 100 pasaportes. Dejó tras de sí un rastro de 80 muertes, según el Ministerio del Interior francés.

Pasó parte de su adolescencia en Londres, donde simultaneó su adhesión al comunismo con las fiestas a todo trapo pagadas por millonarios jeques árabes. Estudió en la Universidad de la Unión Soviética. Ahí conoció a miembros de la resistencia palestina. Se unió a ellos. Combatió contra el Ejército jordano en el denominado Septiembre Negro. Tenía 21 años. De allí volvió de nuevo a las fiestas de Londres, convertido ya en jefe de terroristas. Se le atribuyen asesinatos a punta de pistola, bombazos en tiendas en el centro de París, en trenes, colocación de coches bomba... En 1975 secuestró, al mando de otros cinco terroristas, una reunión entera en Viena de la OPEP: tomó como rehenes a 60 personas, entre los que se contaban 11 ministros. Uno de éstos le definió como un tipo dotado de una inaudita capacidad mental para actuar bajo presión.

Se dice comunista desde 1964, profesa el islam, pero nunca fue ni espartano ni austero ni pobre: siempre gastó aires de dandi (incluso en la cárcel, donde va con un abrigo de cachemir). "Vestirse decentemente es una cuestión de origen de clase, compañero. No hay que renegar de los orígenes de cada uno", afirma.

Durante más de 20 años de incógnito saltó de país en país, de Yemen a Uganda, de Siria a Argelia, de la Libia de Gaddafi a la Rumania de Ceausescu, hasta que fue detenido una madrugada de agosto de 1994 mientras dormía en una urbanización a las afueras de Jartún (Sudán), vendido por las autoridades sudanesas al famoso superespía francés Philippe Rondot. Desde entonces languidece en una cárcel francesa, donde, dice, "abunda la mediocridad". Está condenado a cadena perpetua por asesinar a sangre fría en un apartamento de París, en agosto de 1974, de tres balazos, tras invitarles a beber, a dos inspectores de policía franceses y a un antiguo compañero terrorista libanés que, según Carlos, le había traicionado. Aceptó hablar con EL PAÍS por teléfono desde la cárcel.

Pregunta. ¿Por qué dice que hay mucha mediocridad en la cárcel?

Respuesta. Porque hay muchos analfabetos. La gente aquí no tiene intereses intelectuales, es difícil sentarse a comentar una noticia. El interés de muchos es simplemente fumar droga y cosas así.

P. ¿Y usted qué hace?

R. Trato de ayudar a mis abogados y sigo las noticias lo mejor que puedo, en los canales de televisión que me llegan. Uno de ellos es español, Telemadrid, que es mala, por cierto: allí vi el otro día a Fernando Silva Sande [ex jefe de los GRAPO], el chivato ese, y me dio tristeza. Y también leo.

P. ¿Es consciente de que puede morir en la cárcel?

R. La condena perpetua no quiere decir nada. Es un problema político.

P. ¿Han cambiado sus ideas políticas?

R. ¡Ah, caballero! Yo a los 14 años, en enero de 1964, entré en las Juventudes Comunistas de Venezuela. Y hasta el día de hoy no he cambiado un pelo. Sigo siendo comunista. No soy un tipo dogmático, he estudiado, he conocido a gente importante en la dirección de países comunistas. Sigo fiel a los principios inmanentes leninistas: soy un comunista convencido y militante.

P. ¿Y sigue defendiendo la utilización de las armas?

R. Según la coyuntura. En situaciones determinadas. Como en Colombia, estos días. O en Afganistán: eso es legítimo.

P. Yo hablaba de terrorismo.

R. ¿Qué pasa con el terrorismo? Yo siempre he estado contra el terrorismo. Cuando se bombardea en Afganistán, eso es terrorismo.

P. Yo me refería a usted: ha sido considerado el terrorista más buscado del mundo.

R. Le voy a decir una cuestión: yo fui condenado por asesinato culposo, no premeditado. No por terrorista. O sea, acusarme de terrorismo es una patraña, como llamarme El Chacal.

P. ¿Qué quiere decir?

R. La policía inglesa encontró esa novela de Frederic Forsyth encima de la chimenea de la casa de una muchacha que decían que era amiga mía y que tenía pistolas y cosas así. Yo tengo el récord de operaciones ejecutadas por la resistencia palestina. No digo dirigidas o planificadas: ejecutadas. En persona. Nadie ejecutó más operaciones que yo. Y estoy orgulloso de ello. Y se me trata como a un chacal.

P. ¿Cuántas son?

R. Yo qué sé: cantidad, chico.

P. Esas operaciones, como las llama usted, acarreaban sangre y víctimas.

R. Sí, cómo no. Pero pocas, pocas víctimas inocentes: el 10% de las bajas. El 10% no es nada, mi hermano. Yasir Arafat habló en la ONU y fue con una rama de olivo en una mano y un fusil en la otra. Yo no tengo nada que añadir a eso.

P. ¿Cuándo una persona decide matar a otra por una idea que considera justa?

R. ¿Cómo justa? ¿Y cuántas personas han matado los españoles en Irak? ¿Cuántos afganos mueren diariamente? ¿Cuántos? ¿Eso no le molesta? Luchar contra eso es glorioso y heroico.

P. ¿Usted no se arrepiente de nada?

R. El arrepentimiento es un concepto religioso. Yo no digo que nunca haya pecado. Pero en la lucha militante revolucionaria, no. Uno es mujeriego, le gusta beber caña, ron, buen vino, y ahora que soy musulmán, no debería hacerlo: de hecho, no lo hago porque estoy preso.

P. ¿Cómo empezó todo? ¿Con el ejemplo de su padre?

R. En Venezuela, yo era el responsable de la juventud comunista con 200 militantes bajo mis órdenes. Mi padre no estaba de acuerdo con la violencia, era abogado, veía la toma del poder de otra manera.

P. ¿Cuándo decidió usted tomar las armas?

R. Uno no decide, mi hermano, son las circunstancias las que deciden. En ese momento, uno se echa para atrás o sigue para adelante. Esos que se sientan en un café y deciden hacer esto o lo otro no tienen porvenir. Las circunstancias históricas son las que deciden.

P. ¿Pero cuál fue ese momento para usted?

R. En 1971, después de los combates del Septiembre Negro contra el Ejército jordano, un general me dijo: "Chico, te necesitamos en el extranjero". Yo ya me había batido con los soldados jordanos, que, óyeme, eran unos tipos valientes, buenos combatientes, con cojones, que creían en su rey, Hussein, que era un tipo no como esos reyecitos de zarzuela, era un rey de armas tomar, no era ningún pendejo. Así que me dijeron que me fuera a Londres y así comenzaron las cuestiones internacionales.

P. ¿Y después?

R. Viajé mucho. Pero eso no era nada nuevo para mí. Conocí prácticamente todos los países comunistas.

P. ¿Qué pensaba cuando leía que era el terrorista más buscado del mundo?

R. Pues a veces me daba la risa. Porque sabía que tenían buenas fotos de mí y ponían fotos chuecas.

P. ¿Nunca dudó al ver que había víctimas inocentes?

R. Cuando hay operaciones con explosiones, bombas, fuego, ese tipo de cosas, a veces hay gente que no tiene nada que ver y pasa por ahí, ya lo dije, es un 10%.

P. En una entrevista en el periódico Al Watan en 1979, usted reconocía un conjunto de atentados...

R. Esa entrevista se hizo de buena fe, pero fue manipulada, llena de errores.

P. No los asume entonces...

R. Mire, hermano, le voy a decir una cuestión: el 90% de las cosas de las que soy responsable ejecutivo no las mencionan nunca.

P. ¿Por qué?

R. Tendrán sus razones. Todo se sabrá en su momento. Cuando publique mis memorias. Todavía es temprano. Las escribí en noviembre de 1992, en Ammán, e hice dos copias dactilografiadas que envié a dos personas que no se conocen. Aún no es el momento. Yo no me voy a meter a sapo, que es como en Venezuela llamamos a los chivatos ahora. Hay jefes de Estado que están implicados, hasta en Francia.

P. ¿En qué participó?

R. Hombre, no voy a hacer de chivato contra mí mismo. Si estuviéramos tomando un café o una guaraquita al borde de la piscina, en Caracas, podríamos hablar de una manera más libre, indudablemente. Pero en estas condiciones, puede comprender...

P. Le acusan de trabajar después de vulgar mercenario, sobre todo en Rumania, con Ceausescu.

R. Yo le tenía cariño y respeto a Ceausescu. Era un poco iluminado, un tipo de la montaña, que venía de una familia muy pobre. Gran patriota, muy solidario. Nos recibió de una manera muy calurosa. Estábamos allí con todos los honores: vivienda, medios para viajar, pero no recibimos ni un centavo de esa gente. Se lo digo: todos los atentados contra exiliados rumanos fueron hechos por la policía, estando todavía vivo Ceausescu. Porque, puestos a ser mercenarios, qué coño trabajar para Rumania, ¡habríamos trabajado para EE UU! ¿Tú crees que yo podía decirles a mis compañeros: "Oye, vamos a matar al profesor tal o al periodista cual" porque nos lo manda Ceausescu? Me habrían escupido en la cara. Nosotros no pedíamos dinero: lo exigíamos. Los Estados pagaban en millones de dólares, y yo estoy orgulloso de haber desempeñado en esa cuestión un papel fundamental. Y no solamente a estados "amigos", entre comillas, sino a estados enemigos: y pagaban. Los franceses nos pagaron cinco millones de dólares, sí, estando yo en Argel, en el año 1976, por un avión de Air France que nos llevamos hasta Entebe, el aeropuerto de Uganda. Todo el mundo paga, hermano.

P. ¿Cómo se hace para secuestrar un avión?

R. Yo nunca he secuestrado personalmente aviones. Soy inocente, mi hermano. En todo caso, no es una cuestión técnica.

P. ¿Cómo le arrestaron?

R. Una noche, después de hacerme una operación en la ingle, en una urbanización cercana al Nilo Azul, a las dos de la madrugada, entró un teniente de la guardia sudanesa histérico acompañado de un grupo de guardias armados llorando. Uno de ellos dijo: "Tenemos órdenes, comandante". No sabían ni cómo maniatarme con esas tiras de plástico que les habían dado los franceses. Se lo expliqué yo. Aun así, hicieron una vaina mal hecha. Me pusieron una capucha y me llevaron al aeropuerto. Allí estaba Rondot.

P. ¿Cómo lo localizó Rondot?

R. A mí no me localizó Rondot. La seguridad sudanesa informó a la CIA. Los tipos de la CIA nos hicieron muchas fotos varias veces. No les echamos plomo porque estábamos en un país amigo. Los saudíes pagaron con sus petrodólares al Gobierno de Jartún.

P. ¿Qué piensa de Bin Laden?

R. Hay muchos hijos de estos árabes que son de lo más corruptos: herederos, ricos que no viven sino en la sinvergonzonería y la droga. Y este muchacho, un hijo de un árabe rico, es un idealista, hizo la yihad. Respeto para esa gente.

P. Ideó e inspiró el 11 de Septiembre y el 11 de Marzo...

R. Son dos cosas distintas.

P. Son dos atentados

R. No mezcle las cosas. A mí lo del 11-M me dio tristeza.

P. ¿Y el 11-S no?

R. En el 11-S yo me caí en el culo, como el que dice.

P. ¿Cómo?

R. Un día prendí la televisión y vi la vaina de la torre, y de pronto el otro avión y la otra torre, y me senté en la cama de la celda y dije Alahu-akbar, fue un golpe extraordinario contra el imperialismo.

P. Esas torres estaban llenas de personas inocentes...

R. ¡Una fracción de las personas que han asesinado los americanos en Medio Oriente!

P. Eso mismo pensaban los que atentaron en los trenes de Madrid.

R. Hay una diferencia: la gente que iba en los trenes no tenía nada que ver con la agresión de los ejércitos. Hay otros sitios donde se podían hacer atentados y eliminar a cierta clase aristocrática, burguesa, sin matar a tanta gente inocente que circulaba por ahí, incluidos varios musulmanes. Me da la sensación de que les faltaba experiencia...

P. En el juicio en París dijo: "Hasta el criminal más abominable puede reconvertirse. Salvo el caso extremo del monstruo, todo el mundo puede corregirse".

R. ¿Yo dije eso?

P. Sí. ¿Se refería a usted mismo?

R. No; yo no soy un monstruo. Yo soy muy humano.

ANTONIO JIMÉNEZ BARCA (Entrevista publicada en el diario español El Pais)